"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
|
13-09-2010 |
Cómo luchar contra
LA MAFIA VERDE
Mi nota sobre el planteo de desmantelamiento de las FFAA “Un estado dentro de otro estado: LA MAFIA VERDE” que dí a conocer hace unos días motiva un comentario muy interesante del compañero Jorge Maiki en el Nro. 412 de Posta Porteña : “A PROPÓSITO DE LA MAFIA VERDE Y SU TRASFONDO” . Además de agradecer ese comentario quiero aprovechar la oportunidad para avanzar un paso más en el tema.
JM concuerda con mi planteo general y hace algunas observaciones sobre las dificultades para concretarlo, terminando con esta conclusión que comparto:
“El valor de las consignas no siempre se mide por su factibilidad inmediata. Un elemento fundamental es crear conciencia y creando conciencia, crean también a largo plazo las premisas de que los pueblos no pueden esperar nada sino de su propia concientización y organización. Las dificultades de concreción práctica de la consigna de lucha por la disolución de las FFAA no son argumentos para no levantarla como parte de la lucha por una nueva sociedad sin explotación ni opresión de clase, nación, etnia o género”.
Las dificultades concretas que señala JM (y que yo también veo pues son muy claras) son, sin embargo, demasiado importantes como para no detenernos en ellas o conformarnos con una coincidencia general. Por lo tanto trataremos aportar algunas ideas sobre CÓMO trabajar en el terreno inmediato en pos de ese objetivo propuesto.
El concepto que quiero dejar aquí bien claro es que la lucha por EL DESMANTELAMIENTO DE LAS FFAA no es algo para lograr allá en un lejanísimo futuro, es un trabajo en pos de objetivos de FACTIBILIDAD INMEDIATA aunque los logros inmediatos posibles no cubran la totalidad de ese planteo. Y también que las OMISIONES de nuestro trabajo político concreto actual en esto hacen visibles muchos de nuestros defectos generales y de base. Cada día que pasa con esa omisión pendiente es un retroceso mayor, un nuevo gol en contra
Con gran sentido de la realidad pregunta JM:
“¿Es posible lograr que las FFAA se disuelvan o se vayan dando pasos en esa dirección por la vía de una simple campaña política, incluso en el caso de que la misma prenda masivamente en la población? ¿Es posible avanzar y lograr por ultimo la disolución de las FFAA por una simple Ley o conjunto de leyes y decretos, impuestos por la acción de dicha campaña? ¿Las FFAA (que tienen el virtual monopolio de las armas) aceptaran ser disueltas? Y aunque esta campaña llegue a ser continua, sostenida e intensa en el tiempo y gane progresivamente a la opinión pública ¿hasta qué punto puede torcer la mano de los partidos burgueses y del progresismo FA, empeñados en sostener a las FFAA, incluso, como dice Moyano ‘como factor disuasivo de toda radicalización política y social'?”
Por último, y como conclusión, sostiene:
“… para que un ejército se divida o entre en disolución, debe ser primero batido militarmente”.
Todo esto es muy claro. Si proponemos el objetivo de disolver las FFAA cualquiera nos preguntaría: ¿Y cómo lo van a hacer? Ya nos imaginamos los comentarios socarrones de los “expertos militares” de nuestra izquierda, expertos en derrotas, como el Ñato y el Pepe.
Tomamos entonces por respuesta es idea: lo haremos derrotándolos en terreno del enfrentamiento armado. Ya que como bien decía Marx: “Las armas de la crítica nunca podrán superar a la crítica de las armas pues la fuerza material solo puede derrocarse por la fuerza material”.
Pero a continuación también la gente nos preguntaría: ¿Y cómo van a hacer para batir militarmente a las FFAA?
Y entonces vemos que no hemos resuelto nada con nuestra respuesta, solamente hemos corrido el problema un poquito.
¿Qué ha dicho nuestra experiencia histórica sobre este tema? Permítanme repetir lo que dije en esa nota que comenta JM:
“Los años de formación conceptual de la actual izquierda anticapitalista que ha resistido, son los previos a la dictadura militar. En aquel contexto de expectativas revolucionarias nuestra izquierda se planteaba la DERROTA de las FFAA por vía del enfrentamiento armado Y NO OTRA COSA (variando las formas según cada corriente política)”.
Agregando hoy un poco más, esas distintas formas de plantear el enfrentamiento armado fueron: guerrilla urbana, guerra prolongada, insurrección popular, o alianza política con una fracción militar. Tres de las cuatro no pasaron de formulación teórica o algunos actos preparatorios o tentativas. La guerrilla urbana fue la única que tuvo desarrollo real, pero colapsó cuando estaba en los primeros pasos para dejar atrás su etapa inicial (principalmente propaganda armada en el caso del MLN, y unas pocas acciones iniciales en los otros casos). Y aunque el balance posterior de estas experiencias es muy pobre, lo que hay apunta siempre a señalar que la debilidad estuvo en la escasez y superficialidad del trabajo político y social, tanto ideológico como organizativo, hacia la clase trabajadora y demás sectores populares.
De modo que si para desmantelar las FFAA es necesario derrotarlas militarmente, y si para derrotarlas se necesita crear un instrumento de combate (en términos genéricos ya que el debate sobre la naturaleza de ese instrumento no se ha hecho), y si las fallas de las experiencias en ese terreno estuvieron en el trabajo político de base, es en ese aspecto donde está el nudo del problema.
Sobre ese trabajo político a largo plazo del que también habla JM, en el que el pueblo crea su propia conciencia y organización como premisas para su lucha por una nueva sociedad, no vamos a decir nada nuevo ni distinto a lo que JM ha dicho.
Pero sí quiero hablar de la situación actual.
Hoy se está en plena discusión del presupuesto nacional. Y no nosotros, es el PRESIDENTE DEL CIRCULO MILITAR quien dice que el proyecto del poder ejecutivo es un intento subrepticio de DESMANTELAR LAS FFAA ¡!!!!!! Recomendamos especialmente leer las declaraciones de este gorila desfachatado (un verdadero pelotazo en contra para el militarismo fascista, cada vez que abre la boca peor para ellos) cuyo resumen ponemos al pie lamentando que no esté completo. El tipo considera que el hecho de que el gobierno gobierne es una dictadura (¡!!), si decide sobre temas presupuestales por ejemplo. Dice que cosas como los delitos en la Armada siempre ocurrieron pero lo manejaron los militares con tribunales de “honor”, y rechaza en cambio que la justicia civil mande en cana a los militares por delincuentes. No le parece bien que se ponga a un civil al frente de Sanidad Militar, y cuando le preguntan como se siente con eso… (vean el detalle) dice que es como cuando se dijo que la opción sexual de un militar es asunto privado. (Te entendí, pibe, los civiles somos putos, y unos y otros te dan asco; te agradezco la franqueza al mostrar tu naturaleza troglodita).
Pero las palmas se las lleva su argumento de por qué está en contra de la reducción del gasto disparato en AGREGADURÍAS MILIARES. El ministro dice que no se justifica su “relación costo/beneficio”, o sea no sirven para nada. Son 38 y cuestan 11 millones de dólares anuales con sueldos de 40 mil dólares, y ahora no se las suprime sino que solamente se reduce su costo a 8 millones. Este militar dice que sirven, porque que los militares uruguayos se relacionan con ejércitos de otros países, y como incentivo final a la carrera de los oficiales. Un concepto DESCARADAMENTE PARASITARIO, sirven para provecho individual de los militares.
Veamos los hechos que suscitan estas reacciones. Se plantea un aumento de 2500 pesos al personal de tropa en todo el quinquenio, y 700 pesos para los oficiales. El resto deberá salir de los ahorros de fondos que no se ejecuten. En cambio se prevé un aumento mucho mayor para el personal policial, y se especula con un pasaje voluntario de soldados que quieran trabajar como policías, para poder con ese alivio presupuestal mejorar los sueldos de los que queden. Esto ha motivado el horror de los políticos reaccionarios.
En realidad, esto es la política liberal estándar que se aplica en el resto de la actividad económica. La única variable que ellos conocen es el mercado. Se congela la masa salarial, se empuja (pagando sueldos de hambre) a que los trabajadores busquen otra cosa y se vayan. Luego, con la misma masa salarial, se ofrecen aumentos por productividad a los que quedan para que cubran el faltante de brazos.
Estos mismos políticos o militares fascistas no protestan por el desmantelamiento de la docencia en el mismo presupuesto. Las recetas de ajuste de la fuerza de trabajo por las reglas del mercado no se deben aplicar, parece, a la fuerza armada de trabajo.
Pero ¿qué es en realidad lo que pasa? Que LA FUERZA DE LOS HECHOS se impone por sí misma. Las FFAA hipertrofiadas, inútiles, carísimas, corruptas, y cueva de delincuentes, son INSOSTENIBLES para el estado uruguayo. Esa fuerza de los hechos se va a seguir manifestando de mil formas. La “forma del Pepe” es solamente eso, una forma en que ocurre lo que necesariamente va a ocurrir. El gobierno tiene que encontrar una solución al problema, aunque sea parcial y limitada, aunque sea por la vía de crear dentro de las FFAA un círculo de lealtades a cambio de distribuir los privilegios entre menos manos y reducir el costo excesivo de todo lo demás.
Lo que hay aquí una vez más es el mal llamado “pragmatismo” o “fin de las ideologías”. El pragmatismo es una corriente filosófica, y como tal una ideología. Pero con este término lo que se quiere decir es que, pese a que el gobierno siga siendo ideológicamente reaccionario y defensor de la institución militar, no tiene más remedio que hacer concesiones a la realidad.
Hay dos medidas muy ilustrativas. Una, que ahora los fondos de las Naciones Unidas para las “misiones de paz” van a ser manejados por el ministerio (y no directamente por “las tres armas” como ocurría). Ahora sabemos que a los sueldos de los efectivos destinados a Haití se les hace una quita del 10% que queda a disposición del comando. Para farras de oficiales con prostitutas en fragatas de la Armada, o para armar el negocio de excusiones turísticas a la Antártida para magnates extranjeros en esos barcos construyendo para eso camarotes “VIP” con el acero que se compró para reparaciones. García Márquez o Roa Bastos quedan cortos de imaginación, y ni el Pantaleón de Vargas Llosa con sus visitadoras se acerca a nuestros “soldados de la patria”.
Otra medida gubernamental es dar entrada al Tribunal de lo Contencioso Administrativo para destapar la Caja de Pandora. Lo que debería ser la práctica elemental es una forma de imponer autoridad. Los milicos seguirán metiendo la mano, pero van a tener que arreglar lo formal con socios en la estructura política y administrativa.
En una próxima entrega haré llegar a los lectores un artículo por el desmantelamiento de las FFAA que Andrés Olivetti y yo publicamos en 1993, HACE DIECISIETE AÑOS, en la revista Alfaguara.
¿Por qué nuestra izquierda llamada radical no ha estado estos quince o veinte años haciendo una campaña sistemática por el desmantelamiento? ¿Y qué pasaría hoy si lo hubiésemos hecho? Podríamos, por lo menos, pelear en mejores condiciones por un presupuesto más justo y racional. Porque al aparecer estas fisuras inevitables en el aparato del estado podríamos trabajar seriamente para hacer de ellas fracturas, desprendimientos. Podríamos contar con una base más sólida para poner al descubierto toda la IRRACIONALIDAD REACCIONARIA de la institución militar, que aparece en las declaraciones folclóricas de milicos y políticos reaccionarios protestando por la reducción presupuestal a las FFAA.
Una fuerza revolucionaria combatiente, si quiere evitar los errores del pasado, tiene que desarrollar sus vínculos profundos con la clase trabajadora y la más amplia base popular, trabajando también en los aspectos ideológico y propagandístico, esclareciendo conciencia. Pero es evidente que además de desarrollar las fuerzas propias hay que socavar las del enemigo, cortarles sus fuentes de suministro, propiciar su aislamiento, serrucharle las patas. En este caso esta actividad rinde beneficios inmediatos en otras áreas de la lucha. Podríamos haber aprovechado la extensa campaña por el plebiscito contra la ley de caducidad de hace pocos meses. Sin embargo no supimos hacerlo.
Lo mismo puede decirse en el tema presupuestal. No fue una sorpresa que todo terminase confinado a un “espacio fiscal de 2250 millones de dólares”. En ese juego de suma cero, para vestir a un santo hay que desvestir al otro que no es santo. Los sindicatos de trabajadores del estado estarían mejor parados en esta pelea si hubiésemos hecho un esclarecimiento sistemático entre la población de la no necesidad que tiene nuestro país de Fuerzas Armadas. No lo hicimos.
Ahora tenemos por delante el problema de Haití. En noviembre habrá elecciones truchas en un país ocupado militarmente y el partido mayoritario de Aristide, presidente depuesto por la invasión extranjera, está proscripto. Uruguay es cómplice de ese fraude. Puede haber resistencia por parte de los haitianos y situaciones violentas. Aquí vemos en los informativos casos de copamientos de viviendas, y los medios de prensa inducen a pensar que si el dueño de casa mata a quien entró ilegalmente, estaría justificado. ¿Qué pasará si mueren soldados uruguayos en Haití, que han ido allá a copar ilegalmente y por la violencia el hogar de los haitianos?
Las llamadas misiones de paz son un recurso indecente del que se apropian los militares uruguayos para poder seguir manteniendo su estructura faraónica. Y un recurso que se obtiene por el avasallamiento de otros pueblos y el desconocimiento del principio de autodeterminación.
Queremos remarcar que el concepto de policía mundializada de las “misiones de paz” es la negación del viejo concepto de defensa territorial que justificaría la existencia de las FFAA según la idea tradicional. Las “misiones de paz” no defienden un territorio sino un ORDEN económico y social (obviamente no el orden político, que es lo primero que destrozan), por encima de los territorios, aboliendo el concepto de defensa territorial y nacional. Significan redefinir el sentido mismo de las FFAA invirtiendo totalmente las cosas. Por supuesto que no es nuevo, ese fue el sentido REAL del ejército pretoriano uruguayo desde su creación cuando Flores y la Guerra del Paraguay.
Terminamos esta nota señalando dos ideas a modo de conclusión.
Con tanto escándalo y tantas vueltas al problema militar, da lástima ver que ningún sector de la izquierda acierta a levantar una propuesta racional sobre el tema. Brecha, por ejemplo, se ocupa extensamente pero olvida que es heredera de Marcha de Quijano, que propuso la disolución de las FFAA hace setenta años.
Y por otro lado queremos señalar que las propuestas finalistas no son banderas simbólicas y declarativas para las calendas griegas. El trabajo político por objetivos finalistas, si se hace bien, rinde siempre frutos inmediatos en las luchas concretas de todos los días.
ANEZO: CÍRCULO Militar: críticas a la ley de presupuesto - La otra campana
Montevideo Portal - 09.09.2010 11:01
El General retirado Ricardo Galarza, presidente del Círculo Militar, opinó que el poder que el gobierno acumula con las modificaciones establecidas en el nuevo presupuesto podría llevar a una "dictadura constitucional". Además, comparó la administración de José Mujica con la del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Galarza consideró que en el proyecto de Presupuesto "hubo un ocultamiento" de información a las Fuerzas Armadas. Explicó que una prueba de ello, es que el propio comandante en jefe del Ejército, general Jorge Rosales, se enteró del tema a través de la prensa.
Entrevistado en el programa "Código País" de Canal 12, el presidente del Círculo Militar explicó que "nunca había ocurrido algo así" durante su trayectoria y subrayó que la elaboración del presupuesto fue "operación militar de contra información".
"La contra información refiere a que usted adopta medidas en operaciones de manera tal que el enemigo no conozca sus planes. Acá hubo un ocultamiento deliberado al extremo que el comandante se enteró por la prensa", dijo Galarza.
"Voy a hacer referencia al Foro de San Pablo, que fue convocado inicialmente por Lula y Fidel Castro y se han unido guerrilleros y ex guerrilleros, cuya finalidad expresa es entre otras desmantelar material y moralmente a las Fuerzas Armadas. Confío que no vaya en ese sentido pero de momento algo de eso he palpado con quienes he hablado", concluyó el presidente del Círculo Militar.
Copyright © 2007 SURda All rights reserved. webmaster@surda.se | |